miércoles, 27 de octubre de 2010

MUERTE Y DUELO

Sean bienvenidos nuevamente a este su blog de Psicología y Ayuda Mutua, esperamos que todos y cáda uno de nuestros amables visitantes se queden un ratito con nosotros dedicándole un momento a la lectura de este post el cuál habla de un tema sumamente interesante que ha sido pensado tomando en cuenta que en nuestro país se conmemora los próximos 1 y 2 de noviembre el día de muertos, por esa razón nos pareció oportuno traerles a ustedes parte de lo que nos hemos encontrado sobre el tema de la muerte y sobre el duelo, ¿SABEMOS QUÉ ES EL DUELO Y CÓMO REACCIONAR ANTE UNA PÉRDIDA? bueno pues en ese caso la lectura de este post les resultará sumamente instructiva, les sugerimos revisarlo. Asímismo los invitamos a seguir visitándonos y a compartir este blog con otras personas, quizá en algún momento pueda llegar a alguien que lo necesita y le resulte de utilidad recuerden que eso es parte del concepto de ayuda mutua que tánta falta nos hace reforzar en los tiempos en los que vivimos, también los invitamos a estar en contacto con nosotros a través de nuestro correo electrónico psicoam@hotmail.com y ahora también nos pueden encontrar en twitter www.twitter.com/psicoam en donde podrán seguirnos y estar al tanto de noticias, reflexiones y actualizaciones de este blog; si ustedes no son usuarios de este servicio no se preocupen, aqui dentro del blog en su lado derecho podrán ver también las acualizaciones del twitter. particípen, colaboren, sugieran, compartan experiencias o lo que ustedes quieran y ayudennos a tener contacto con mucha gente, gracias por visitarnos!!



LA MUERTE

Encontrar un concenso en cuanto al concepto de muerte resulta un poco complicado, existen diversos puntos de vista de tipo científico, religioso, filosófico,etc. que buscan explicar este fenomeno, técnicamente podemos tomar como definición la siguiente, que hace la real academia de la lengua española:

(Del lat. mors, mortis).
1. f. Cesación o término de la vida.
2. f. En el pensamiento tradicional, separación del cuerpo y el alma.

Sin embargo, cada persona tiene una postura diferente de acuerdo a su subjetividad, aquí les presentamos un fragmento del trabajo el significado de la muerte, escrito por la lic. Flor Hernández Arellano que se encuentra en la revista digital universitaria de la UNAM y que nos habla de esto.

EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE

Morir no es un hecho bruto, nuestra sociedad ha querido comprender este fenómeno en distintas formas, buscando adjudicarle un significado. Ilustrativo de ello es el estudio que de la muerte ha hecho la ciencia, intentando descifrar la utilidad biológica de ésta. Por otra parte, la representación de la muerte y del más allá tiene siempre relación con la vida, con las formas de vivir en cada época y con las creencias ligadas a ella.

definir la muerte resulta mucho más difícil de lo que uno se imagina, ya que implica diversos ámbitos: biológico, médico, legal, social, religioso etc. los cuales se encuentran entrelazados de una forma compleja, no obstante cada cual intenta darle un sentido. En su libro Biología de la muerte, Klarsfeld y Revah en un intento por describir el lugar que ocupa la muerte en las ciencias de la vida, hacen un repaso de algunas de las ideas científicas con respecto a la muerte, resumidas a continuación:





De lo que estos autores plantean emergen dos posturas: por un lado la muerte que se asume como una fatalidad arbitraria, impuesta contra nuestra voluntad; por otro la reflexión científica que plantea una utilidad o función oculta de la muerte, muchas veces expresada en términos de ventaja selectiva basada en mecanismos de evolución.

Aquí sólo se mencionan algunos, pero han sido muchos los científicos, biólogos o no, que han tratado de explicar la muerte, sin embargo, al margen de las preguntas que aún continúan sin respuesta es importante abordar el cómo se ha vivido esta experiencia a lo largo de la historia, pues si bien es cierto que el entendimiento del proceso ha fascinado a muchos, llegado el momento sólo somos espectadores, pues la muerte es una experiencia intransferible, sin embargo marcada por la cultura.
 
LA SOCIEDAD ANTE LA MUERTE


Mientras que en algunos animales existen comportamientos innatos para morir, en el hombre sus actitudes y comportamientos ante la muerte son aprendidos culturalmente; dichas costumbres han variado de un tiempo a otro, a veces la muerte es vista como un hecho natural e inevitable, otras como un enemigo al que hay que conquistar. La cultura moldea nuestras experiencias de pérdida y los rituales que la rodean.

En las sepulturas encontradas en Europa pertenecientes al hombre de Neandertal se hallaron utensilios, de ahí se supone su creencia en una supervivencia en la cual necesitaban alimentos y utensilios habituales, la actitud del hombre de esta época hacia sus muertos debió ser una mezcla de respeto y temor.

Con el paso del tiempo, la muerte se convirtió en una experiencia meditativa de introspección. La vida debía ser la preparación para la eternidad. La muerte continúa considerándose como una intervención deliberada y personal de Dios, y siguió así durante la Edad Media; dramatizada en el momento de la agonía, donde se alude a una lucha encontrada entre ángeles y demonios que se disputan el alma del que va a morir. Por eso era importante morir de “buena muerte”, para acceder a la esperanza de ganar el reino de los cielos.

Durante el Romanticismo, época en la se exaltaban por igual pasiones violentas y emociones desbordadas, se tuvo una visión dramática de la muerte; aparecieron escenas de dolor frente a la muerte del otro, del ser amado. La muerte deja de estar asociada al mal, declina, aunque no desaparece la conexión entre ésta y el pecado.

Para el siglo XIX es “el otro mundo” el lugar de reunión entre aquellos que han sido separados por la muerte, la cual se comienza a dilucidar como algo demasiado horrendo como para tenerlo de manera constante en mente, comienza a ser un tema tabú. Sin embargo, O’Connor describe que a finales de este mismo siglo lo más común era que la gente muriese en el hogar donde habían habitado, dándose cuenta así de la proximidad de su muerte y teniendo con ello la oportunidad de terminar los asuntos emocionales de su vida en su ambiente familiar; permitiendo también a los miembros de la familia y amigos decir adiós al ser querido, contemplado a la muerte como algo natural.

Actualmente, la muerte se vive socialmente como un tabú, no se les permiten hablar de ella incluso a aquellos que saben que están cerca morir; tal es el caso de los enfermos terminales quienes acuden a los hospitales en un afán de luchar hasta lo último contra ella, sin importar lo adverso de las circunstancias.

Las personas mueren de diferentes enfermedades, en diferentes circunstancias y ámbitos culturales, con diferentes niveles de conciencia y con diferentes percepciones de lo que constituye una buena muerte. La relación que cada uno de nosotros establece con la muerte se teje en el plano más íntimo, a través de la conciencia personal, matizada por la época, las creencias y los conocimientos y en base a ello cada cual vuelve la vista para buscar un sentido a su propia muerte.

Es así como podemos dar cuenta de este significado, en cuanto a la cuestión psicológica se puede hablar precisamiente de ese miedo a morir que ya se comentaba anteriormente es parte de los seres humanos, sin embargo en esta ocasión hablaremos sobre el aspecto emocional de la muerte, esto se ve reflejado en el duelo, en lo que sucede cuando sufrimos de una pérdida cualquiera que sea. aqui les presentamos una información muy completa al respecto que nos propporciona el centro argentino duelarte que es un centro asistencial del duelo:





¿QUÉ ES EL DUELO?


El duelo es la respuesta normal y saludable ante una pérdida. Es una experiencia común a todas las personas. Sin embargo, por desinformación tratamos de evitarlo, sin darnos cuenta que de este modo le estamos dando la espalda a la ayuda que el mismo nos ofrece, y así, prolongamos el dolor.

Duelo no solo implica Dolor, también significa Desafío. El desafío de encontrar nuevos caminos para poder ajustarnos a un mundo que ha cambiado para siempre. Y fundamentalmente el desafío de crecer a través de la perdida.

No todo es pérdida.

Trascender el dolor y crecer, es posible.

La Duración

El duelo es ante todo un trabajo. El paso del tiempo por sí solo, no cura las heridas.
Predecir cuanto tiempo nos llevara superar una pérdida es difícil. Algunos podrán hacerlo en meses, otros requerirán años. El conocido mito de que “el tiempo lo cura todo” supone que el dolor mejorará con el paso de lo días. No obstante, en el duelo, éste no suele ser el caso. Por el contrario, a medida que van pasando los días el dolor se va agudizando. Habitualmente la duración mínima, es de un año, mínimo período necesario para vivir las fechas especiales sin la persona amada. Es importante no confundir la duración del duelo con el grado de amor. Menor tiempo transcurrido no significa querer menos a la persona que se ha ido, así como un mayor tiempo no significa querer más.

Duelo Resuelto

Decimos que un duelo esta resuelto cuando podemos recordar a quien perdimos sin sentir tanto dolor, cuando hemos aprendido a vivir sin él o ella y cuando podemos generar nuevos proyectos y mirar al futuro, sin olvidar el pasado.

El Amor nunca muere

No es necesario olvidar, podemos recordar sanamente y aprender a relacionarnos con quien se fue de una manera diferente.



Beneficios del duelo

“Lo importante no es lo que le pasa a un hombre, sino lo que el hombre hace con lo que le pasa”.

Normalmente se temen y se evitan las crisis, sin embargo son momentos sumamente valiosos, ya que implican realmente una oportunidad de cambio y crecimiento personal. Una pérdida, por dolorosa que sea, siempre puede traer aparejada una ganancia, es posible afrontarla y salir de ella fortalecido, aún con más recursos que con los que se contaban antes. Esto implica mucho más que sobrevivir o resignarse a sobrellevar su carga.

Una crisis puede servirte para:

* Detenerte a reflexionar acerca de tu vida. Detenerse es muy distinto a permanecer estancado, implica hacer una pausa y escucharse a uno mismo.

* Volver a ti mismo y establecer prioridades, si es que en algún momento te desconectaste de lo que en realidad es para ti importante.

* Reunir las fuerzas necesarias para introducir cambios difíciles que, en circunstancias normales, quizás no te atrevías a hacer.

* Acercarte nuevamente a personas de las que te habías distanciado.



Según Victor Frankl el dolor contiene las semillas del crecimiento porque nos obliga a sacar lo mejor de nosotros mismos: el amor a los demás, la compasión y la generosidad. Cuando no hemos padecido, es más fácil que seamos egoístas. El dolor facilita la generosidad y nos posibilita para amar al otro. Nos ayuda a darle importancia solo a las cosas relevantes y a disfrutar más de la vida. Cuando no hemos sufrido, nos amargamos por pequeñeces.

El dolor nos hace mejores personas y permite que comprendamos el dolor ajeno, nos deja ver que lo más importante es el amor y la actitud que tomemos frente a la vida y que eso únicamente depende de nosotros, porque somos libres para decidir. Nadie desea sufrir, pero cuando estamos ante una circunstancia que no podemos cambiar, entonces somos nosotros los que tenemos que cambiar.

Esto es lo que nos hace crecer.

REACCIONES FRECUENTES DE PERSONAS EN DUELO

Recuerda que estos sentimientos son normales y pasajeros, irán disminuyendo a medida que avances en el trabajo de duelo. De no ser así es recomendable consultar un profesional.

Qué sentimientos pueden aparecer?

Anestesia emocional

Sobre todo en los primeros momentos, cuando nada parece real, piensas y actúas como si tu ser querido continuara vivo. En realidad el dolor es tan fuerte que el organismo puede “anestesiar” de forma transitoria el sufrimiento, posponiendo el despertar doloroso para después.


Enojo

Forma parte del duelo y no debemos luchar contra él. Irá disminuyendo gradualmente. Es común enojarse con los médicos por no haber hecho algo para evitar la muerte, con Dios y el destino, también con el mismo ser amado, por sentirnos abandonados.

Cambios bruscos de humor

Puedes estar tranquilo y de repente estallas en un ataque de ira o llanto sin motivo aparente. Un día estás bien y al día siguiente mal. Esto es conocido como “fenómeno de la montaña rusa del duelo”.

Tristeza

Es el sentimiento más común. Suele manifestarse mediante el llanto, pero no siempre es así. No llorar no significa no sentir tristeza ya que el llanto no es la medida de nuestro amor. Algunas personas la expresan con aislamiento, apatía o enojo. Los niños suelen expresar su tristeza con un comportamiento irritable.

Miedo

Puede ir desde un ligero temor hasta un permanente estado de alerta. Es muy normal experimentar miedo y preocupación por tu futuro, por la salud propia y de otros seres queridos.

Auto reproches

Es habitual sentir culpa por asuntos que han quedado pendientes, por cosas no hechas o dichas, por no haber hecho más de lo que se hizo o por no haber muerto en su lugar.

Soledad


El deseo de seguir compartiendo las situaciones más cotidianas, sumado, muchas veces, a la sensación de falta de comprensión del resto,hace que nos sintamos solos y con la sensación de que el mundo se hubiera acabado tras la pérdida.

Alivio

cuando la persona fallecida pasó por un proceso largo y doloroso, o cuando se trato de una relación conflictiva es frecuente experimentar cierto alivio tras la perdida, muchas veces acompañado con sensación de culpa.

Alucinaciones e ilusiones

No es extraño tener la sensación de ver a la persona fallecida entre la gente, sentir su presencia o escuchar su voz. A veces esto produce miedo y confusión. Sin embargo, algunas personas viven estas experiencias como agradables.

Qué sintomas físicos se pueden experimentar?

-Nauseas
-Palpitaciones
-Dolor de cabeza
-Sensación de falta de aire
-Temblores
-Dificultad para tragar
-Visión borrosa
-Opresión en la garganta
-Boca seca
-Nudo en el estómago
-Fatiga y cansancio
-Dolor de espalda
-Mareos
-Oleadas de calor
-Hipersensibilidad al ruido
-Opresión en el pecho

Este es el llamado duelo del cuerpo y siempre es recomendable realizarse un chequeo médico.

Qué ocurre a nivel espiritual?

Muchas personas confiesan que la muerte de un ser querido les ha hecho tomar conciencia de lo que realmente importa en la vida, de los valores más genuinamente humanos. Surgen preguntas sobre el porqué, sobre el sentido de la vida, sobre el sentido del amor, sobre un posible reencuentro, etc. Es habitual también, que ante semejante dolor, cuestionemos nuestras creencias religiosas.



Qué otras cosas pueden ocurrir

-Llorar
-Soñar con la persona que se ha ido
-Llamarlo en voz alta o buscarlo
-Pensamientos repetitivos, imágenes y recuerdos que nos invaden
-Evitar recordatorios, o por el contrario, atesorar objetos
-Falta de concentración, distracciones, olvidos
-Fumar o beber más de lo habitual
-Hiperactividad o por el contrario ninguna actividad
-Alteraciones del sueño, insomnio o dormir más de lo habitual
-Alteraciones de la alimentación, falta de apetito o comer en exceso
-Aislamiento social
-Distanciamiento familiar, discusiones, enfados o en ocasiones necesidad de mayor compañía
-Hablar constantemente de la persona fallecida o, por el contrario, negar su existencia

RECOMENDACIONES PARA QUIENES HAN SUFRIDO UNA PÉRDIDA

Es aconsejable permitirse estar en duelo, puedes verte tentado a evitar el dolor con distracciones, pero el momento de dolerte es ahora. Es saludable expresar las emociones que surjan si sientes dolor exprésalo evitando siempre lastimar a los demás. Con el tiempo irá disminuyendo y recuerda que el llorar es un aspecto fundamental del duelo. Llorar es tan natural como reír.

Necesitamos tiempo para reponernos de una pérdida el duelo no se resuelve de un día para otro, por lo tanto, no es bueno crearnos expectativas mágicas. Debemos estar preparados para las recaídas. Hoy puedes estar bien y un suceso inesperado, el aniversario, las Fiestas… te pueden hacer sentir que estás como al principio.

Debemos ser comprensivos con nosotros mismos. Reconocer que en éste período somos más susceptibles a los problemas emocionales y físicos. No temas volverte loco, puedes vivir sentimientos intensos de tristeza, rabia, culpa, y hasta fantasías de querer morir. Si tienes dudas consulta a un profesional.

Siempre que sea posible posterga las decisiones importantes debido a que es difícil pensar con suficiente claridad, lo más prudente es aplazar las decisiones importantes. Ante el sufrimiento, y con la intención de disminuirlo, puedes tomar decisiones que luego consideres que no fueron acertadas, por ejemplo vender la casa, dejar el trabajo, o deshacerte apresuradamente de objetos y recuerdos.

Es muy importante cuidar la salud alimentándose bien, descansando lo suficiente, practicando ejercicio moderadamente, y evitando el tabaco, el alcohol o los tranquilizantes. Si como ayuda en estos momentos tienes que tomar algún medicamento, que sea siempre a criterio de un médico. Tomar medicamentos para "no sentir" puede contribuir a cronificar el duelo. Si padeces alguna enfermedad no abandones los tratamientos con la excusa de que ya todo te da igual.

Busca y acepta el apoyo de los demás. Durante el duelo es frecuente esperes la compañía de otros, piensa que pueden querer ayudarte pero no saber como hacerlo, es recomendable que expreses concretamente lo que necesitas.

Procura ser paciente con los demás entiende que para ellos la situación también es difícil. La mayoría no esta preparada para acompañar en estas circunstancias, por lo que generalmente no sabe qué decir, ni qué hacer.

Es común sentir que “los amigos se convierten en extraños y los extraños se convierten en amigos” por lo tanto, si consideras que lo necesitas asiste a un grupo de duelo, te aliviara compartir tu experiencia de pérdida con personas en la misma situación.

Permítete descansar, disfrutar y, si es posible, divertirte, es recomendable retomar, paulatinamente, aquellas actividades que te resultaban placenteras. No hay motivo para privarse de encontrar pequeños espacios de bienestar. No se trata de buscar el placer para evadir el dolor, sino de atenuar el difícil momento.

Tal vez te ayude pensar anticipadamente cómo afrontar fechas especiales (aniversarios, cumpleaños) y con quién compartirlas.

CÓMO PUEDEN AYUDAR FAMILIARES Y AMIGOS

Por desgracia, la incomodidad de muchos ante la muerte y el desconocimiento sobre el duelo los lleva a evitar a las personas que han sufrido una pérdida. Lo primero que ocurre es no saber qué decir o hacer para aliviar su dolor. Sin embargo las personas en duelo necesitan ser escuchadas más que escuchar nuestros consuelos.

Se tiende a pensar que la pérdida hay que superarla rápidamente y sin ningún tipo de ayuda, aunque realmente no es así.



Los familiares y amigos pueden ayudar:

-Estando presentes

-Tomando la iniciativa de llamarlo o visitarlo en lugar de decir “llámame si necesitas algo”.

-Es importante mantenerse en contacto. Las fiestas y aniversarios son momentos particularmente dolorosos en los que podemos hacer un esfuerzo especial para estar cerca de la persona en duelo.

-Ofreciendo ayuda concreta, ya que las tareas de la vida cotidiana son muy difíciles al comienzo. La ayuda con los trámites y los rituales funerarios suele ser la mejor manera de colaborar en los primeros momentos. Tanto participar de funeral, como ver el cuerpo del fallecido puede llegar a ser muy doloroso pero son las formas de que disponemos para decir adiós. Sugiérale que asista.

-Evitando decir frases hechas tales como “ya no sufre…”, “tienes un angelito…”. La incomodidad nos mueve a recurrir a ellas, pero este tipo de expresiones, no suelen ser de mucha ayuda. La idea es poder ser un compañero de camino, y no quien quita el dolor ya que en este momento nadie puede. Un abrazo amable expresará nuestro apoyo cuando las palabras no sean suficientes.

-Dándole tiempo para recuperarse. Algunas personas parecen reponerse de la pérdida rápidamente, otras precisan más tiempo. Es importante acompañar sin poner expectativas irreales, concediéndole el tiempo suficiente para superar el duelo de una forma adecuada, que les evite problemas en el futuro.

-Alentando la expresión de las emociones ya que luego la persona, suele sentirse más aliviada y liberada. Si llora, no tienes que decir ni hacer nada especial, lo que más necesita en ese momento es tu presencia, y expresar su dolor. A veces cortamos las emociones del otro para protegernos de las nuestras. No hay nada de malo en mostrar tu pena por lo que le ocurre.

-Permitiendo que hable del ser querido que ha muerto, no temas hablar de la persona fallecida por miedo a que se emocione. Recordar a la persona amada es un consuelo y no aporta mayor tristeza como muchos creen. Permítele que hable todo el tiempo y todas las veces que lo necesite. Evocar los recuerdos es parte del camino que tienen que recorrer.

-Respetando la diversidad de reacciones. El duelo es una experiencia universal, pero es vivida de modo extremadamente personal. Unos reaccionan controlados, otros lloran efusivamente, unos necesitan visitar la tumba diariamente otros no, algunos prefieren mucha compañía y otros por el contrario prefieren estar solos. Hay personas que viven un duelo privado y no les gusta exteriorizar sus emociones. Respetemos también su necesidad de no hablar.

-Ayudando a Los Niños, que tienen necesidad y derecho a la verdad por más dura que ésta sea. Siempre hay una explicación adecuada a la capacidad de comprensión del niño. Ellos necesitan Sinceridad, Claridad, y Contención.

esperamos que este post, aunque un poco largo, les haya sido de utilidad, recuerden que el fuerte no es el que no necesita ayuda, sino el que tiene el valor de pedirla cuando se necesita y en PSICOAM estamos para ayudarles.

porque no estamos solos...


TOMADO DE:
http://www.revista.unam.mx/vol.7/num8/art66/int66.htm
http://www.duelarte.com.ar

















No hay comentarios:

Publicar un comentario